La historia de Valle de Ángeles podría dividirse en dos facetas:
La minera tiene su inicio con el descubrimiento de un niño, hijo de un labrador, que hacia sus siembras en la montaña de la ‘’Marranera, en el que su relato el ex presidente Marco Aurelio Soto identifica como Lippershey del Cimarrón.
Un día el niño del sembrador en su afán de jugar decidió fabricar una pequeña casa, y para poder fijar uno de los horconcitos decidió hacer un hoyo de la que saco una piedra y se la llevo a su padre diciendo:’ Me he hallado una mina’’. El padre de una vez que vino al Cimarrón (Antiguo nombre de Valle de Ángeles) trajo la piedra y se la mostro a un conocedor de metales, quien después de examinarla les dijo: ‘’Nada vale esto’’ y las arrojo al camino, pero pregunto donde las había encontrado.
Aquel hombre visito el lugar donde procedían dichas piedras y saco una cantidad de brozas cuyo ensayo les dio magníficos resultados; y así comienza la vida minera pero al padre con su hermano no le reconocieron nada.
Funcionaron diferentes minas con diferentes nombres: Las Animas, San Francisco, El Socorro.
Cuando no se habían descubierto las riqueza minera este lugar era una hacienda llamada ‘’El Cimarrón’’, su patrimonio era la siembra del trigo. A partir del 1862 comienzan a llegar pobladores de Santa Lucia, de San Antonio de Oriente y lugares aledaños con el propósito de trabajar en la explotación minera y el 2 de enero de 1865 se instala la primera municipalidad, siendo su alcalde Don Baltasar Medrano y presidente de la república, el general José María Medina.
Viajando de Valle de Ángeles a San Juancito y cerca de donde esta ubicada las aldeas S.O.S. se encuentra una Maquina de ruinas que es la prueba evidente de las existencias mineras.
Y la segunda faceta se le acredita al Obispo nombrado en Honduras en el año de 1881, Fray Juan de Jesús Zepeda y Zepeda en su visita canoníca a este lugar en 1882, dijo: no, no es justo que este bello paraje se llame ‘’El Cimarrón’’ habiéndolo confirmado con el sugestivo nombre de Valle de Ángeles.
La minera tiene su inicio con el descubrimiento de un niño, hijo de un labrador, que hacia sus siembras en la montaña de la ‘’Marranera, en el que su relato el ex presidente Marco Aurelio Soto identifica como Lippershey del Cimarrón.
Un día el niño del sembrador en su afán de jugar decidió fabricar una pequeña casa, y para poder fijar uno de los horconcitos decidió hacer un hoyo de la que saco una piedra y se la llevo a su padre diciendo:’ Me he hallado una mina’’. El padre de una vez que vino al Cimarrón (Antiguo nombre de Valle de Ángeles) trajo la piedra y se la mostro a un conocedor de metales, quien después de examinarla les dijo: ‘’Nada vale esto’’ y las arrojo al camino, pero pregunto donde las había encontrado.
Aquel hombre visito el lugar donde procedían dichas piedras y saco una cantidad de brozas cuyo ensayo les dio magníficos resultados; y así comienza la vida minera pero al padre con su hermano no le reconocieron nada.
Funcionaron diferentes minas con diferentes nombres: Las Animas, San Francisco, El Socorro.
Cuando no se habían descubierto las riqueza minera este lugar era una hacienda llamada ‘’El Cimarrón’’, su patrimonio era la siembra del trigo. A partir del 1862 comienzan a llegar pobladores de Santa Lucia, de San Antonio de Oriente y lugares aledaños con el propósito de trabajar en la explotación minera y el 2 de enero de 1865 se instala la primera municipalidad, siendo su alcalde Don Baltasar Medrano y presidente de la república, el general José María Medina.
Viajando de Valle de Ángeles a San Juancito y cerca de donde esta ubicada las aldeas S.O.S. se encuentra una Maquina de ruinas que es la prueba evidente de las existencias mineras.
Y la segunda faceta se le acredita al Obispo nombrado en Honduras en el año de 1881, Fray Juan de Jesús Zepeda y Zepeda en su visita canoníca a este lugar en 1882, dijo: no, no es justo que este bello paraje se llame ‘’El Cimarrón’’ habiéndolo confirmado con el sugestivo nombre de Valle de Ángeles.
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